
Los vientos alisios son un fenómeno atmosférico característico de las regiones tropicales, como las Islas Canarias. Estos vientos son constantes en verano y más irregulares en invierno, y se componen de dos capas distintas: una capa inferior fría y húmeda, y una capa superior cálida. Debido a su ubicación geográfica y a la proximidad del Anticiclón de las Azores, las Islas Canarias se ven afectadas prácticamente durante todo el año por los vientos alisios. Estos vientos soplan desde las zonas polares de ambos hemisferios hacia las regiones ecuatoriales, y en el caso específico del archipiélago canario, tienen su origen en la zona de altas presiones situada al norte, alrededor del paralelo 30º, donde se encuentra el anticiclón de las Azores.
Existen dos tipos de vientos alisios: los inferiores, que son frescos y húmedos, y los superiores, que son cálidos y secos. Los vientos alisios inferiores provienen del norte y noreste, y se encuentran a altitudes desde el nivel del mar hasta los 1.500 metros. Por otro lado, los vientos alisios superiores soplan por encima de los 1.500 metros y son resultado de la circulación general del oeste en la atmósfera. En cuanto a la dirección y velocidad media de los vientos alisios, suelen experimentar modificaciones regionales debido a que las ocho islas del archipiélago actúan como obstáculos en su trayectoria. Por lo tanto, cada isla tiene sus propias características que influyen en los cambios locales de estos vientos.

Time lapse del mar de nubes en Tenerife, consecuencia de los vientos alisios. Fuente: Imanol Zuaznabar
La intensidad de los vientos alisios varía en función de la posición del anticiclón de las Azores. Cuando la distancia entre el anticiclón y Canarias es corta, la intensidad de los alisios es menor. Por el contrario, cuando la distancia es mayor, los vientos alisios se vuelven más intensos. Durante el invierno, cuando el anticiclón está cerca de Canarias, los vientos alisios transportan menos humedad, ya que han recorrido menos espacio en contacto con el océano. Sin embargo, en verano, cuando el anticiclón se aleja de Canarias, la acción de los alisios se intensifica, dando lugar a nubes cargadas de humedad que afectan a las vertientes norte del archipiélago.

Explicación de los vientos alisios. Fuente: GEVIC

Episodio de calima en Canarias. Aeropuerto de Tenerife Sur. Fuente: ABC España
Un fenómeno meteorológico que está estrechamente relacionado con los vientos alisios en el contexto de las Islas Canarias es la calima, caracterizado por la presencia de una capa de polvo en suspensión en la atmósfera, que suele ser transportada desde el continente africano hasta las islas.
Los vientos alisios juegan un papel importante en el transporte de la calima hacia las Islas Canarias. Estos vientos soplan desde el noreste, llevando consigo partículas de polvo y arena del desierto del Sáhara. A medida que los vientos alisios se desplazan sobre el océano Atlántico, recogen la calima en su trayecto y la transportan hacia las islas.
La dirección de los vientos alisios puede variar, y dependiendo de su dirección y fuerza, la calima puede afectar a diferentes áreas del archipiélago canario. Por lo general, las islas más orientales, como Lanzarote y Fuerteventura, suelen ser las más expuestas a la llegada de la calima, ya que están más cercanas al continente africano. Sin embargo, en ocasiones, la calima puede extenderse y afectar a otras islas del archipiélago.
La presencia de los vientos alisios en combinación con otros factores meteorológicos, como la estabilidad atmosférica y la inversión térmica, puede influir en la concentración y duración de la calima en Canarias. En situaciones en las que los vientos alisios son más intensos y persistentes, es más probable que se transporte una mayor cantidad de partículas de polvo y que la calima sea más densa.
La calima puede tener diferentes efectos en las Islas Canarias, dependiendo de su concentración y duración. Cuando la calima es leve, puede causar una ligera disminución de la visibilidad y depositarse en superficies, como automóviles y muebles, generando una capa de polvo. Sin embargo, en episodios más intensos, la calima puede reducir significativamente la visibilidad, afectar la calidad del aire y tener implicaciones para la salud de las personas, especialmente para aquellos que sufren de afecciones respiratorias.

Explicación de cómo llega la calima a Canarias. Fuente: Gobierno de Canarias
